EL MEJOR REGALO

Pues ya estamos metidos de lleno en la Navidad, el que en España el comienzo oficial de las fiestas sea el sorteo de la lotería da bastante que pensar, desde que soy niña recuerdo las mañanas desayunando mientras escuchaba cantar los números, con la ilusión de que tocara; aunque de pequeña tampoco entendía muy bien por qué se le daba tanta importancia. Luego en la cena de Nochebuena los adultos se solían quejar porque este año tampoco nos había tocado, mientras cenábamos tan a gusto y no faltaba de nada en la mesa.

Si os ha tocado la lotería, enhorabuena, la verdad es que da alegría recibir dinero, pero también es cierto que el dinero no da la felicidad, por lo menos no en todos los casos, en estudios sobre el bienestar subjetivo de personas que habían ganado cantidades importantes en la lotería se ve que a medio plazo no son más felices. Y es que a partir de un mínimo, tener más dinero no nos proporciona más bienestar, lo cierto es que los seres humanos nos acostumbramos con facilidad a lo que tenemos y dejamos de valorarlo, así que ganar la lotería nos hará más felices sólo si antes no teníamos nuestras necesidades cubiertas.

Y si la Navidad empieza con la lotería otra parte importante son los regalos, porque lo cierto es que como ya habréis deducido si a partir de un mínimo tener más dinero no nos hace felices, poseer más cosas tampoco, el principio es el mismo, cuantas más cosas tengo menos valor les doy y más creo que necesito para ser feliz.

Si estáis perdidos y no sabéis qué regalar parece que nos satisface bastante más vivir una experiencia que tener un jersey, así que regalos que impliquen hacer cosas, salir de casa y contactar con otras personas son una buena alternativa.

Habría mucho que pensar sobre el materialismo y estas fiestas, por ejemplo aunque pensemos que nos satisface recibir regalos, en realidad nos agrada mucho más hacerlos, porque lo que realmente mejora nuestro estado de ánimo es crear esa ilusión en los demás por el regalo, o tener a sensación de que de algún has cumplido un deseo de alguien por pequeño que sea. Y no me lo estoy inventando yo, hay estudios que apoyan el que hacer algo por los demás aumenta nuestro bienestar.

Así que no hay excusas, si no os ha tocado la lotería y aunque no os guste demasiado la Navidad, podéis encontrar otros motivos para disfrutar de estas fechas.

¡Feliz Navidad!