Bajo deseo sexual

¿Qué es la falta de deseo sexual?

Hablamos de bajo deseo sexual cuando uno no siente el deseo de mantener relaciones sexuales, tampoco hay fantasías, ni se presta atención o se percibe el atractivo erótico de parejas potenciales.

Se produce porque hay una alteración en la etapa anterior a la fase de excitación, se habla de deseo sexual inhibido cuando hay una pérdida de interés por mantener relaciones sexuales, puede deberse a varias causas como estrés, depresión , el tipo de educación que se haya recibido o problemas de pareja.

Los problemas de bajo deseo son más frecuentes en las mujeres que en los hombres, se cree que esto se debe a que el hombre tiene un mayor nivel de deseo por una cuestión biológica, el mayor índice de testosterona; pero el menor nivel de deseo sexual en las mujeres también está ligado a factores culturales.

El deseo sexual en la mujer puede inhibirse por la educación recibida, que generalmente suprime cualquier demostración de iniciativa sexual. Sin embargo, entre los hombres se fomenta hablar abiertamente de sexo y expresar sus gustos y apetencias, esto aumenta el deseo en ellos, pero a las mujeres se las educa para ocultar su deseo. Y dado que nuestro principal órgano sexual es el cerebro, si no pensamos en sexo, ni nos fijamos en aquello que nos excita, acabaremos por ir reduciendo nuestros niveles de apetencia. Esto les sucede a muchas mujeres que han recibido una educación estricta, pero aquellas que tienen una vida sexual rica pueden llegar a tener niveles de deseo tan altos como los de los hombres. Aunque las pautas de educación van cambiando y hay mujeres que se muestran desinhibidas sexualmente, aún quedan muchos prejuicios por romper que dificultan el tener una vida sexual rica.

Otra causa que está haciendo aumentar este tipo de problema es la falta de tiempo de calidad para dedicar a nuestra vida sexual. Los horarios laborales, las cargas familiares, hacen que el tiempo dedicado al sexo sea lo que nos sobra; en ocasiones cuando estamos más cansados, de forma rutinaria o con un sentimiento de obligación que acaba por matar el deseo. Es frecuente que la persona con menor deseo acabe sintiéndose “perseguida” por su pareja, cayendo en el error de acceder a mantener relaciones sin que le apetezca lo más mínimo, eso aumenta aún más la falta de apetencia, porque acabamos convirtiendo el sexo en algo obligatorio y desagradable.

Tratamiento del bajo deseo sexual

El tratamiento se debe orientar en forma individual hacia los factores que pueden inhibir el interés sexual. Con frecuencia pueden existir diversos factores. Algunas parejas necesitarán mejorar su relación o terapia de pareja antes de centrarse directamente en el aumento de la actividad sexual. Es fundamental concienciarse en la idea de que para tener una vida sexual sana hará falta dedicarle tiempo, también en le respeto y comprensión mutua.

Muchas parejas también necesitarán concentrarse directamente en la relación sexual, donde a través de la educación y las tareas de pareja puedan desarrollar la variedad y el tiempo dedicados a la actividad sexual. Es posible que algunas parejas necesiten concentrarse en las formas de poder acercarse sexualmente a la otra persona de una manera más interesante y conveniente y en cómo rehusar una invitación sexual de una forma suave y discreta.

Si hay otro tipo de disfunciones sexuales nos ocuparemos de ellas de forma directa.