NEURONAS EN ESPEJO

NEURONAS EN ESPEJO

Parece curioso que el descubrimiento de las neuronas en espejo no llegara hasta mediados de los años ’90, quizás eso nos dé una idea de todo lo que queda por investigar en neurociencia. Lo cierto es que cosas tan sencillas y cotidianas como responder con una sonrisa  a quien nos sonríe, seguir una clase de baile,  aprender un idioma, o ser capaces de consolar a alguien que lo está pasando mal, parece ser que serían imposibles si nuestro cerebro no contase con este tipo de neuronas.

¿Qué son exactamente?

Se descubrieron por casualidad, en un estudio con primates, los investigadores notaron que, sólo con observar una acción se activaba la misma zona que al realizarla. Es decir, que la misma zona cerebral se ponía en funcionamiento, tanto al ejecutar una acción, como cuando el mono veía que otro la estaba realizando. Esto abrió la vía de sucesivos estudios, que confirmaron que los humanos también tenemos neuronas que responden de ese modo, como un espejo, reflejan en nuestro cerebro la acción de otros y nos hacen sentir, o ser capaces de imitar aquello que observamos.

Por lo tanto, gracias a las neuronas “espejo” conseguimos estar conectados emocionalmente con los demás, no es que sólo nos ayuden a imitar lo que hacen otros o reproducir movimientos solo con verlos. Sino que algunos estudios apuntan a que, además, nos ayudan también interpretar la intención del comportamiento de los demás.  No es solo que reconozcamos la acción, sino también la emoción que hay detrás, como cuando sentimos algo parecido al dolor al ver que alguien se da un golpe, por ejemplo.

Evidentemente sin las neuronas en espejo, el teatro o el cine no tendrían demasiado sentido, ya que no sentiríamos ninguna implicación emocional, y nos costaría seguir las historias.  Y parece que son claves a la hora de relacionarnos con los demás, pensad detenidamente la de veces que al observar un gesto, o el modo en que alguien se comporta, adecuamos nuestro modo de comunicar.  Por ejemplo, nuestra intención de contar una anécdota graciosa se verá frenada si vemos que nuestro interlocutor tiene cara de sentirse triste, y probablemente optaremos por preguntarle si se encuentra bien.

Teniendo en cuenta todo lo que nos aporta la capacidad de empatizar con otros, las neuronas en espejo cumplen un función fundamental en nuestro día a día, aunque queda mucho por estudiar sobre su importancia y funcionamiento.

Recientemente se ha puesto en duda que sean sólo estas neuronas las responsables de que procesemos la información que observamos, Gregory Hickok en su libro The Myth of Mirror NeuronsThe Real Neuroscience of Communication and Cognitio,  plantea muchas dudas sobre el papel de las neuronas espejo, sino que habría muchos más procesos cognitivos implicados. En cualquier caso sigue siendo un campo en el que nos queda mucho por descubrir.